

Riegos
No te excedas en los riegos, espera que la última capa superior de tierra se seque, puedes introducir el dedo en la tierra para saber cuándo regar.
No hay que dejar secar las macetas totalmente.
Vigila que tenga buen drenajeEs bueno pulverizar las plantas con agua (mejor destilada) cada día, siempre después de que baje el sol o, cuando se apaguen las luces del Interior.
Temperatura
Se suele creer que cuanto más calor mejor, pero tampoco es
cierto, ya que un exceso de calor a partir de 30 grados más o menos- agobia a
la planta y la deja aplatanada. Temperatura estable a 20ºC puede ser ideal. A esta temperatura de 20°C,
(+/- 1º), se pueden germinar todas las variedades de cannabis.
Si cultivas en maceta y has comprado tierra rica en
nutrientes no hace falta abonar, o hacerlo muy moderadamente ya que el
cultivador novato suele quemar la planta por exceso de abono, pero deberás
cambiar la tierra cada año.
Si cultivas en el campo, lo mejor, si se puede, es encontrar
un terreno que se emplee también para otro tipo de cultivos ya que el cáñamo
crece mejor en rotación con otros cultivos como el grano, las judías o los
guisantes, que suponen una importante reenergetización del terreno. Si el
terreno no está seriamente agotado, el siguiente método funciona bastante bien:
Al principio del otoño se labra el pedazo de tierra elegido y se le cubre con
una leve capa de estiércol, y se plantan a continuación las judías u otras
leguminosas; al cabo de dos o tres semanas se da la vuelta a la tierra dejando
enterrados los tallos y se vuelve a aplanar la tierra pisando la superficie con
botas pesadas o pasando un rulo; luego se deja reposar la tierra durante todo
el invierno. Al principio de la primavera se escarda el terreno, se cubre con
un fertilizante orgánico como el estiércol y ya está listo para plantar.
Transplante
En general, ya hemos dicho en el primer punto que se suele
plantar en un lugar provisional para la germinación, como por ejemplo y para
ello nada mejor que un vaso de papel que permita a la raíz crecer al menos unos
2,5 cm. en profundidad, ya que será muy fácil cortar el vaso y extraer la
tierra como un bloque compacto.
Durante el trasplante las plantas quedan notablemente
expuestas a una serie de riesgos, así que habrá que tomar algunas precauciones:
La primera hacerlo en un día nublado o al caer la tarde de
forma que las raíces no se vean muy expuestas a la luz. se procurará que el
nuevo terreno sea lo más parecido al anterior; se saca la planta delicadamente
con la tierra como un bloque compacto y se coloca en un agujero previamente
practicado en el nuevo terreno recipiente, sea el suelo o la maceta. se
procurará también no tocar el tallo, sosteniéndolo lo más cerca posible del
nivel de tierra, y sin tocar nunca las raicillas ni las hojas. al depositar el
bloque de tierra en el agujero se procurará enfocar la planta hacia la luz para
no obligarla a un brusco movimiento fototrópico -de búsqueda de luz- que podría
perjudicar el arraigamiento. el agujero debe ser lo bastante profundo como para
permitir a la joven raíz extenderse en toda su longitud, pues seguramente habrá
quedado algo comprimida en su lugar provisional. el terreno se reordenará de
forma que el tallo quede a la misma altura del suelo que tenia anteriormente;
acumular demasiada tierra alrededor del tallo puede ser peligroso. regar al finalizar
la operación, a fin de facilitar la adaptación al nuevo terreno.
Existe la creencia de que cuando más tiempo estén las
plantas en el suelo mejor, hasta antes de que lleguen las primeras heladas, las
cuales se cargarían la planta. Nada más lejos de la realidad; la planta de
marihuana tiene su ciclo igual que todas las plantas, sean cerezos, perales, o
cualquier otra. Llega un momento en que los cogollos están maduros y si no se
cortan y se dejan más semanas a la intemperie se volverán rancios y perderán el
buen gusto al ser fumados.

Una vez cortada la planta, empezará el proceso de secado.
La planta en su etapa final habrá desarrollado la resina, en ella, se encuentran los, entre mucho otros componentes cannabinoides(THC,CBD,CBN,etc) terpenos y sesquiterpenos(resinas), y un largo de componentes que serán las claves del éxito para obtener un buen producto final.
Con un buen
secado, curado y posterior almacenado, entrarán una serie de reacciones que
harán que los cogollos de la marihuana mantengan una serie de cualidades, como
puedan ser: una potenciación de su aroma, sabor, y también su psicoactividad…
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